lunes, febrero 02, 2009

¿Cuándo estaremos en condiciones de dar un salto?

No me refiero al salto de karateca que da Joaquín para sorprender a su papá. Tampoco al salto que hace dar a su mamá Agustín, cada vez que despierta. Tampoco al salto a la piscina que Pipe aprendió a dar durante las vacaciones en Costao do Santinho, en brazos de mamá (lugar alucinante, altamente recomendable en FNL, Brasil). Me refiero a un salto como país.

Con el boom Obama, he leído que una medida para generar empleo en Estados Unidos (mientras duren los efectos de esta crisis que ellos mismos causaron...) será invertir en renovar y mejorar su infraestructura. Un país como Estados Unidos tiene infraestructura antigua, cosa de la que nosotros no sabemos mucho... es cierto lo que decía KT hace unos días: vas a Europa y te encuentras con edificios, iglesias y monumentos que tienen 400 o más años y están sin grandes problemas. ¿Tenemos en Chile edificios que tengan más de 400 años y que no tengan problemas? Se me viene a la memoria un ejemplo entrañable: la Iglesia de San Francisco, en Curicó. Esta Iglesia es del siglo XIX no más y ya no celebra ceremonias, debido al riesgo que implica para moros y cristianos.

Hace unos días, leía los resultados de un estudio en que se analizaba la red eléctrica de Estados Unidos. Detectaron una serie de falencias (que quedaron en evidencia con el apagón de hace unos años, se acuerdan?), frente a lo que Obama manifestó que había allí una oportunidad de generar empleo en renovación de infraestructura. En la misma línea, Francia anunció hoy que inyectará recursos por varios miles de millones de dólares para mil proyectos e inversiones públicas, de manera de enfrentar la crisis, dinamizando la economía y no necesariamente aumentando el consumo.

¿Y qué hacemos en Chile? Quejarnos y decir que todo está mal. ¿Cuál es la forma en que ayudamos a mejorar lo que está mal? Es difícil la pregunta, pero en toda recesión hay un escenario propicio para mejorar.

El hermano de un amigo volvió hace poco de Oceanía. Siendo Ingeniero él y su señora Enfermera, trabajaron ambos como temporeros en el proceso del kiwi. Pudieron ver todo el empuje de esta gente, que, con condiciones iguales o menores a las nuestras, son uno de los principales productores del mundo de esta fruta. Los horarios de trabajo son estrictos, las pagas son buenas y la gente es tratada con respeto y gratitud por el valioso trabajo que desempeñan.

Grandes empresas del rubro alimentario han adquirido territorios en África, para hacer experimentación con semillas y así desarrollar nuevos cultivos, bajo condiciones diferentes a las habituales. Antes de la crisis sub prime, más de una vez escuché acerca de la crisis alimentaria que tendremos en un futuro próximo.

¿Sabían que Obama dice "United States", en vez de "America"? ¿Sabían que Obama es de origen humilde? ¿Sabían que Obama usa BlackBerry y estuvo bastante reticente a dejarla (dado el caracter público de todas las comunicaciones del Presidente de los Estados Unidos)?

Con todo esto quiero decir que el "Change we need" también es posible acá. Podemos hacerlo todos, reinventándonos y sacando lo mejor de nosotros para cambiar e innovar. Las nuevas tecnologías nos dan oportunidades para avanzar y nos muestran que eso de "la aldea global" es tan real que nos afecta enormemente que un estadounidense deje de pagar su dividendo.

Con todo esto quiero decir que si miramos más adelante de nuestro propio "espacio vital", veremos las necesidades de los otros y no sólo las nuestras. Con humildad, respeto y responsabilidad social podemos hacer crecer a nuestro entorno más cercano y propiciar oportunidades para quienes hagan mérito por ellas. Lo importante es que esto es una red y cuando consigues ayudar a alguien, debes comprometerlo para que haga lo mismo una vez que pueda.

¿Por qué no podemos tomar nosotros las riendas de nuestros destinos y ponernos a desarrollar tecnologías, procesos, equipos, maquinarias o servicios que tengan un nuevo valor y nos permitan crecer e imponernos como potencia? Siempre hay oportunidades, pero hay que estar dispuesto al cambio y no tratando de enquistarnos a nuestro queso. Al queso hay que seguirlo!