viernes, noviembre 20, 2009

Legitimando el e-learning

No pensé que llegaría a hacerlo pero, además de legitimarlo, validarlo, acogerlo, adoptarlo y quererlo, ahora lo defiendo.


Un compañero contó que le dieron la mitad del bono de estudios en su trabajo (un conocido colegio, qué paradoja!) a causa de que la modalidad de estudios era e-learning. A mí me preguntaron si en algún momento daría una prueba con lápiz y papel, como todos los mortales. La respuesta es no, porque el mecanismo de evaluación es diferente.


Para quienes se animen, les cuento que es exigente. Los tiempos que te ahorras en traslados los ocupas en leer y leer los materiales que te permitirán hacer los aportes sustantivos y minimizar los aportes no sustantivos. Es decir, el cambio vale. Te sacas el viaje en metro, micro o auto camino a la Universidad y lo cambias por efectivamente estudiar, desde cualquier parte.

Cuesta que el entorno lo entienda. Yo legitimo la modalidad en la medida que el educando tenga la suficiente madurez para adoptar el desafío sin desfallecer. No basta con darle una miradita a los papers. No se puede conversar con el de al lado (porque no hay). Todos somos protagonistas. Se aprende de las experiencias de todos y no de las de uno, como en el habitual modo presencial.

En fin, hay muchas ventajas. La única desventaja me parece que es la escasa interacción. La imposibilidad de verle los gestos al otro cuando lo interpelas en actitud crítica. Eso que si estaba en la Universidad pública, donde además conocías realidades que te quebraban…

Práctico, exigente, moderno, acorde con los tiempos. Antes fue la imprenta, ahora es el e-learning!